Érase una vez un precioso y gran castillo situado en un pueblo llamado Otura. En él vivían Rodolfo y Antonia, que a pesar de ser feos sus nombres, eran dos personas muy guapas, simpáticas y agradables; pero no podían tener hijos.
Un día inesperado paseaba Rodolfo por la placetilla del "Meón" y se encontró a Enriqueta, una hechicera y una bruja muy conocida en el pueblo de Otura. Rodolfo, creyendo que era una bruja buena, le pidió que por favor le concediera el deseo de ser padre. Lo que él no sabía es que era una bruja muy malvada y todos los deseos que concedía salían al contrario. La bruja le pidió a cambio su palacio situado en "Viñas del Rey", todos sus terrenos y todos sus sirvientes. Era tan fuerte el deseo de ser padre que no se lo pensó dos veces. Cambió todo lo que tenía por el favor de ser padre.
Esa misma tarde quedaron en el campo de fútbol "Cañadas de la Era", donde le presentó a su mujer. Le tocó tres veces la barriga con su supuesta varita mágica que era una rama de olivo y le dijo que decidiera lo que quería en pocas frases.
Ellos pidieron una hermosa niña con el cabello largo y rubio, los ojos azules y grandes, la boca pequeñita y una dentadura perfecta; con un hermoso cutis color rosado y un cuerpo alto y delgado.
Pasaron nueve meses en los cuales tuvieron que vivir en la explanada de al lado del "Mercadona", ya que se quedaron sin nada. Llegó el esperado día y nació Angustias, cariñosamente llamada "Angus". Resultó ser tan fea que ni la ciencia se lo explicaba.Tenía una cara tan redonda como un pan de Alfacar; su cabello era tan solo una pequeña porción de todos los matojos que le recubrían todo el cuerpo, una cara tan roja como un tomate, llena de granos, espinillas, lunares y otros elementos no reconocidos. Los ojos eran tan pequeños como hormigas y más negros que un tizón. Sus labios eran finos, acompañados de una gran alitosis y unos cuantos dientes, ya que la mayoría no le llegaron a salir nunca.
Al ver esto Rodolfo y Antonia fueron indignados en busca de Enriqueta y le dijeron que les había timado, que les devolvía su ogro y que querían recuperar sus propiedades.
La bruja Enriqueta les contestó que no , Rodolfo cogió una escopeta y mató a la bruja recuperando sus propiedades.
En el momento en que la bruja murió, el castillo recuperó su limpieza, el patio volvió a florecer y sus tierras volvieron a estar bien cultivadas. Pero en ese mismo instante, también cayó en un sueño profundo "la cosa" llamada "Angus". Los padres buscaron a alguien capaz de darle un beso para que despertara, pero ni en este pueblo, ni en Dílar, Gójar, Alhendín..., ni en cincuenta pueblos de los alrededores encontraron a nadie; así que "Angus" durmió para siempre.
Y yo después de pasar toda la noche con varias pesadillas y unos cuantos sustos, por fín me desperté del largo sueño.
AUTOR: Ángel Durán Pérez 6ºB